En un incidente inesperado, que ha dejado su huella en la historia del fútbol, la final de la Supercopa de Arabia Saudita fue testigo de un acto de agresión hacia el delantero marroquí Abderrazak Hamdallah, quien juega para el equipo Al-Ittihad.
El acontecimiento tuvo lugar el jueves en el Mohammed bin Zayed Stadium, provocando un momento tenso entre los fanáticos y los jugadores.
La confrontación se desencadenó cuando un aficionado, ubicado cerca de las bancas del equipo, lanzó insultos hacia Hamdallah después de que su equipo, Al-Ittihad, perdiera por 1-4 ante Al Hilal. En respuesta a los insultos, el jugador marroquí arrojó agua al hincha, quien escaló la situación agrediendo a Hamdallah con latigazos.
Desenlace de la agresión con el látigo
Esta actitud violenta provocó una rápida respuesta por parte de los miembros del banco del Al-Ittihad, dirigido por Marcelo Gallardo y que cuenta con la presencia del delantero francés Karim Benzema. Los jugadores y el personal del equipo intentaron confrontar al espectador agresor, pero la intervención de los elementos de seguridad presentes en el estadio contuvo la situación, logrando expulsar al aficionado y evitando un incidente mayor.
El hecho se suma a la decepción del Al-Ittihad, tras su derrota en la final contra Al Hilal, un partido que se esperaba fuera de alta competencia debido a la presencia de destacadas figuras del fútbol europeo en el equipo, como Karim Benzema, N’Golo Kanté y Luiz Felipe. A pesar de sus esfuerzos, estos jugadores tuvieron poco impacto en cambiar el resultado final del encuentro.
Desde el inicio del partido, Al Hilal demostró su superioridad, con una actuación destacada de Malcom Silva de Olivera, exjugador del FC Barcelona, quien anotó dos de los cuatro goles de su equipo. Los otros dos tantos fueron obra de Salem Al-Dawsari y Nasser Aldawsari. Por parte del Al-Ittihad, el único gol fue marcado por Abderrazak Hamdallah, quien más tarde sería el centro de la agresión.
Sobre la victoria del Al Hilal
La victoria del Al Hilal no solo les otorgó la Supercopa de Arabia Saudita, sino que también les sirvió de revancha tras eliminar al Al-Nassr, equipo de Cristiano Ronaldo, en las semifinales del torneo, un partido que añadió más dramatismo al evento con la expulsión de Ronaldo.
La agresión sufrida por Hamdallah ha generado una serie de reacciones en el mundo del deporte, condenando el comportamiento violento de algunos aficionados y destacando la importancia de mantener el respeto y la seguridad dentro y fuera de los estadios. Este incidente subraya la necesidad de implementar medidas más estrictas para garantizar que estos eventos deportivos se desarrollen en un ambiente de competencia sana y respetuosa.
Mientras que el Al-Ittihad y sus estrellas europeas reflexionan sobre esta derrota y el inaceptable incidente, el fútbol sigue siendo un reflejo de la sociedad, evidenciando que aún queda mucho por hacer en términos de respeto, deportividad y seguridad. La comunidad futbolística mundial espera que este lamentable suceso sirva como un llamado a mejorar y fortalecer la cultura deportiva, asegurando que situaciones similares no se repitan en el futuro.