Santo Domingo. – El tema de la energía eléctrica vuelve a estar en el centro del debate público, ante las constantes quejas de ciudadanos por los altos costos del servicio, las interrupciones prolongadas, la lentitud en la atención de averías y un sistema de medición considerado ya obsoleto.
Durante su participación en 7 SEGUNDOS, Patricia Sánchez hizo un fuerte llamado de atención sobre las múltiples fallas que afectan al sistema eléctrico nacional, afirmando que la situación se ha vuelto insostenible para la ciudadanía, especialmente para la clase media y media baja.
Sánchez denunció que, en muchos casos, cuando los usuarios reportan fallas eléctricas, las brigadas tardan demasiado en llegar o simplemente responden que no les corresponde atender ese tipo de casos, dejando a las comunidades sin solución durante días.
Asimismo, expuso casos de ciudadanos del Distrito Nacional y otras zonas que han recibido facturas con montos triplicados sin explicación alguna, pasando de RD$4,000 a RD$12,000. “Hicimos el proceso correspondiente de reclamación y todavía estamos esperando respuesta”, afirmó.
A esto se suma, según denunció, el hecho de que el sistema de medición eléctrica sigue siendo anticuado y no está digitalizado, lo que permite errores frecuentes en la lectura del consumo y genera desconfianza en la población. “El sistema medidor de los contadores todavía está obsoleto, es algo que ni siquiera está digitalizado”, recalcó.
Sánchez también cuestionó la eficacia de Protecom, entidad responsable de velar por los derechos de los usuarios del servicio eléctrico. “Por lo visto, Protecom no protege al ciudadano. Aquí tenemos un gran problema: las entidades destinadas a protegernos pertenecen a la misma institución que estamos denunciando. Eso no puede ser”, señaló.
Insistió en la necesidad urgente de crear organismos independientes que puedan fiscalizar de forma transparente el sistema eléctrico dominicano.
“La luz en República Dominicana tiene muchas deficiencias, y además de eso, es una de las más caras de América Latina. Queremos venderle electricidad a otros países cuando ni siquiera tenemos suficiente para los nuestros”, criticó.
Sánchez también señaló que las desigualdades en el sistema eléctrico castigan al ciudadano común, explicando que: “La luz que no pagan los pobres porque no pueden, la pagamos nosotros. Y la luz que no pagan los muy ricos porque evaden, también la pagamos nosotros”.
Su llamado refleja el creciente malestar de miles de usuarios que se sienten desprotegidos ante un sistema que no ofrece respuestas, pero sí exige pagos cada vez más elevados.