Este viernes el senador Rick Scott encabezó un grupo bipartidista de senadores estadounidenses para presentar el Haití Criminal Collusion Transparency Act, un proyecto de ley con el objetivo de investigar y sancionar la relación entre las bandas criminales y las élites políticas y económicas haitianas, en un esfuerzo por conseguir frenar la violencia y la inestabilidad en Haití.
Proyecto que anteriormente fue impulsado por el secretario de Estado Marco Rubio, llega en un momento clave, cuando la administración de Donald Trump avanza en la designación de las bandas haitianas Viv Ansanm y Gran Grif como organizaciones terroristas.
La iniciativa legislativa se presenta en un contexto de creciente preocupación internacional por la violencia generalizada y la fragilidad institucional en Haití. Con el objetivo de responsabilizar a los líderes criminales y a quienes los apoyan, la legislación ha exigido que el Departamento de Estado realice un informe detallado sobre la influencia de estos grupos en la política y economía haitiana.
Este proyecto cuenta con el respaldo de senadores como Jeanne Shaheen, Chris Coons, John Curtis y Tim Kaine, quienes coincidieron en señalar la urgencia de actuar ante la escalada de violencia, el desplazamiento de más de un millón de personas y el impacto regional de la crisis haitiana.
Rick Scott afirmó que Haití ha sido rehén de criminales y élites corruptas por demasiado tiempo, y que la ley busca exponer esa complicidad.
“Queremos que quede claro que EE. UU. no va a tolerar esta violencia ni la colusión con criminales”, “Con esta legislación, dejaremos en evidencia la colaboración entre delincuentes y figuras de poder. Estados Unidos debe dejar claro que no tolerará esta violencia”. Declaró Rick Scott.
En cuanto a la senadora Jeanne Shaheen, expresó que: «El desplazamiento de más de un millón de haitianos, incluyendo mujeres y niños, es una tragedia que no podemos ignorar. Esta ley nos permitirá actuar con más firmeza para garantizar la seguridad en la región».
En la misma línea, el senador Curtis advirtió sobre las implicaciones regionales de la situación: “Haití se ha convertido en un foco de desestabilización en el Caribe. No podemos permitir que esta crisis se propague”.