En República Dominicana, el acceso a la educación no siempre se alinea con las promesas oficiales. Aunque el 16 de julio el Ministerio de Educación aseguró que ningún estudiante se quedaría sin cupo, la realidad ha sido totalmente diferente.
A pocos días de que inicie el nuevo año escolar (2024-2025), alrededor de 5,000 niños no obtuvieron cupos para ingresar al sistema público. En una declaración reciente, el ministro de Educación, Ángel Hernández, atribuyó el aumento de la demanda de cupo en determinados distritos escolares al traslado de los padres a zonas donde hay mayores oportunidades laborales, lo que, según Hernández, genera una sobredemanda en los centros educativos.
Asimismo, afirmó que los alumnos que no ingresen a las escuelas se les buscarán cupos en colegios, pero realmente ¿esta es la solución?
La realidad detrás de todo esto
Durante mucho tiempo, el tema de educación y la falta de cupos en las diferentes escuelas del país pasaba desapercibido. Sin embargo, después de que miles de familias no encuentran cupos en las escuelas para sus hijos, la búsqueda de explicaciones muestra la realidad.
La mayoría de las butacas están ocupadas por migrantes ilegales, lo que destapa una nueva caja de Pandora frente a la ola migratoria que vive República Dominicana con los nacionales haitianos.
La realidad es que el 90 porciento de las escuelas en todo el país están sobrepobladas, en su mayoría por nacionales haitianos, lo que mueve a preocupación por parte de los padres dominicanos, ya que en muchos casos sus hijos se quedan sin cupo de inscripción a causa de esta nueva realidad.
Derecho a la educación para los estudiantes haitianos
Si bien es cierto que el derecho a la educación es un derecho fundamental que debe ser garantizado por los derechos universales de los niños sin importar cuál sea su estatus migratorio, también es cierto que el país está sintiendo el gran peso que ocasiona al presupuesto nacional de la educación pública la sobrepoblación de migrantes del vecino país.
Garantizar el derecho de todos los habitantes del país a la educación está establecido en la Ley General de Educación. Se les debe otorgar la educación gratuita como derecho fundamental a todo el que la necesite sin tomar en cuenta que posean o no los documentos necesarios para recibir preparación académica, lo que hace que una gran parte de haitianos indocumentados se encuentren ingresando a las escuelas en mayor proporción en los últimos dos años.
No obstante, garantizar cupos a los estudiantes dominicanos también es un derecho; pero esto no es posible debido a que todas las escuelas del país están sobrepobladas y en su máxima capacidad, y no precisamente por niños dominicanos, ya que en la mayoría de los casos la gran masa proviene de hogares de escasos recursos y solo cuentan con la educación que brinda el Estado para poder aprender.
El problema de los cupos escolares en la República Dominicana es multifacético y requiere una combinación de soluciones a corto y largo plazo, así como un compromiso continuo por parte de las autoridades y la comunidad.
Casos recientes y específicos
Los reportes de estudiantes que no poseen cupos para iniciar el año escolar debido a la falta de espacio en las escuelas son preocupantes. Aunque el gobierno ha prometido crear más cupos y mejorar la infraestructura educativa, la implementación de estas promesas ha quedado en el vacío.
En Los Mina, uno de los barrios más poblados de Santo Domingo Este, se reportó que más de 200 niños no pudieron obtener un cupo en las escuelas públicas para el año escolar 2024-2025. Los padres expresaron su frustración al enfrentarse a largas listas de espera y a la falta de espacios disponibles en las escuelas cercanas.
Mientras tanto, en Santo Domingo Norte, varios padres denunciaron que sus hijos no habían conseguido cupo en las escuelas de la zona, y algunos se vieron obligados a buscar alternativas en escuelas privadas, que resultaron ser mucho más costosas. La falta de infraestructura educativa adecuada en estas áreas llevó a una situación de crisis, con listas de espera que se alargaron considerablemente.
Asimismo, la Escuela Primaria «República de Brasil» reportó que se vio obligada a rechazar a más de 150 niños debido a la sobrepoblación.
En San Juan de la Maguana, se reportó que aproximadamente 300 niños no tuvieron acceso a las escuelas públicas para el inicio del nuevo año escolar. Las escuelas locales alegaron que el incremento en la población estudiantil, en parte debido a la migración de familias en busca de mejores oportunidades económicas, había sobrepasado la capacidad de las instituciones educativas.
En Santiago, se encontraron casos de escuelas que estaban operando al doble de su capacidad debido a la migración interna y externa. Más de 1,000 niños en edad escolar no pudieron ser inscritos en el sistema público debido a la falta de espacio, pero la demanda superó las capacidades disponibles.
Estos casos reflejan la crisis en el sistema educativo dominicano, donde el aumento en la demanda y la falta de infraestructura adecuada están creando desafíos significativos para garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación adecuada.
A pesar de la crítica gestión y las crecientes preocupaciones sobre la falta de cupos escolares, Ángel Hernández, ministro de Educación, fue ratificado en su cargo institucional por segunda vez.
Ante esta situación, cabe preguntarse: ¿cuál es el compromiso con Ángel Hernández para que lo ratifiquen como ministro de Educación por segunda vez a pesar de su desastrosa gestión?
Pago de reinscripción en los colegios, otro dolor de cabeza
La denominada reinscripción en los colegios privados continúa siendo un dolor de cabeza para los padres que optan por tener a sus hijos en estos centros educativos privados.
A pesar de que en el Congreso Nacional reposa un proyecto de ley que busca eliminar la reinscripción en los centros educativos privados, aún no ha sido aprobado, por lo que la reinscripción sigue siendo una práctica común en los colegios privados del país.
La falta de legislación para regular este aspecto permite que cada institución educativa decida libremente si cobra o no esta cuota, manteniendo la reinscripción como un aspecto variable y potencialmente problemático para las familias que eligen la educación privada para sus hijos.
Generalmente, la reinscripción se refiere a la necesidad de que los estudiantes ya matriculados vuelvan a inscribirse en el mismo colegio para el siguiente ciclo escolar. En muchos casos, esto implica llenar formularios, cumplir con requisitos adicionales y pagar una cuota de reinscripción.
En República Dominicana aún no existe una ley que obligue a los centros educativos privados e instituciones de educación superior a no cobrar la reinscripción a sus estudiantes.
Alto costo de los utensilios escolares
Con el regreso a clases, la demanda de útiles escolares aumenta significativamente y las desigualdades económicas hacen que el costo de los uniformes sea una carga mayor para las familias de ingresos bajos o medios.
El alza en los precios de los útiles escolares no es un fenómeno nuevo, pero en los últimos años ha cobrado mayor relevancia debido a diversos factores económicos y sociales. Entre las principales razones se encuentran el aumento en los costos de producción, la fluctuación en los precios de materias primas, los cambios en las políticas comerciales y la inflación en general.
Las quejas son generalizadas entre los padres que visitan las tiendas en busca de útiles. Los altos precios de cuadernos y mochilas sorprenden a más de uno. Al alto costo de los útiles escolares se suma el listado de cosas que exigen los colegios privados y que incluye artículos como trapeadores y detergentes en el caso del pre kínder, llegando a costar hasta 30 mil pesos.
Necesidad de intervención
La educación es una herramienta poderosa para el desarrollo personal y social, y abordar estos desafíos es clave para el progreso y el bienestar del país.
Resolver la alarmante situación que presenta la educación a nivel general se ha convertido en una necesidad urgente que requiere un enfoque integral y colaborativo que involucre al Gobierno, comunidades, organizaciones no gubernamentales y el sector privado.
Enfrentar la crisis educativa requiere un esfuerzo concertado y multifacético que integre la participación activa de todos los sectores de la sociedad. Es fundamental actuar de manera urgente y coordinada para superar estos desafíos y construir un futuro donde cada individuo tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.