La trata esclavista a través del Atlántico fue la migración forzada más grande de todos los tiempos y, sin duda, una de las más crueles. El desplazamiento de la población africana se extendió a diferentes partes del planeta durante 400 años y es único en la historia.

Cada 25 de marzo, el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos brinda la ocasión de rendir homenaje y recordar a aquellos que padecieron y fallecieron debido a este sistema despiadado de esclavitud.

Entre 1501 y 1830, por cada europeo que cruzó el Atlántico, cuatro africanos hicieron lo mismo. La población en las Américas durante ese tiempo parecía más como una continuación de la diáspora africana que de la europea. El impacto de esta migración se puede observar hoy en día: grandes comunidades de descendientes africanos permanecen en las Américas.

Para honrar de manera más duradera a las víctimas, se ha levantado un monumento en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, inaugurado el 25 de marzo de 2015. El diseño seleccionado para el monumento, titulado «El arca del retorno» de Rodney Leon, un arquitecto estadounidense de raíces haitianas, fue elegido en un concurso internacional anunciado en septiembre de 2013.

¿Por qué se conmemora el 25 de marzo?

La Ley que Abolió la Trata de Esclavos fue aprobada en el Reino Unido el 25 de marzo de 1807. Desde ese momento, «cualquier forma de trato y negociación en la compra, venta, intercambio o traslado de esclavos o de personas que se pretendan vender, transferir, utilizar o tratar como esclavos, llevados o transportados desde cualquier parte de la costa o países de África, serán abolidos, prohibidos y considerados ilegales. «

No obstante, aunque la ley terminó con el comercio transatlántico de africanos esclavizados, no puso fin a la esclavitud, que continuó durante muchos años. La abolición ocurrió gracias a poderosos y constantes actos de resistencia de africanos esclavizados, incluyendo la revolución haitiana, que condujo al establecimiento en 1804 de la República de Haití, la primera nación que se independizó gracias a la lucha de mujeres y hombres esclavizados.

Un momento para reflexionar

El Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos es un tiempo para reflexionar. Pero también es un momento para educar. A pesar de los mitos que sugieren lo contrario, los africanos esclavizados contribuyeron a enriquecer las Américas no solo con su trabajo, sino también transfiriendo habilidades y conocimientos esenciales. Además, en vez de rendirse a su suerte, se destacaron por su poderoso movimiento de resistencia.


Las Naciones Unidas se esfuerzan por destacar estas narrativas mediante su Programa de Sensibilización sobre la Trata Transatlántica de Esclavos y la Esclavitud, que es gestionado por el Departamento de Comunicación Global, y el proyecto Las Rutas de las personas esclavizadas, que es dirigido por la Oficina de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).