Este fin de semana se conmemora el centenario del devastador ataque llevado a cabo por militantes de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023, dejando aproximadamente 1,200 muertos, 240 personas como rehenes y entre 25 y 33 desaparecidos.
Actualmente, 143 personas permanecen secuestradas, incluyendo bebés, jóvenes, ancianos y adultos. Entre los cautivos, 111 son hombres, 19 mujeres y 2 niños, con un total de 11 extranjeros. La incertidumbre persiste sobre la supervivencia de estos individuos.
En respuesta a este ataque, Israel lanzó una ofensiva en Gaza, resultando en la lamentable pérdida de casi 24,000 vidas. Solo el pasado sábado, según el Ministerio de Salud local, 135 personas perdieron la vida debido a los ataques israelíes. La infraestructura de Gaza sufrió extensos daños, dejando al 85% de la población desplazada.
Medio millón de civiles en Gaza ahora enfrentan la amenaza del hambre, mientras que las lluvias invernales agravan la situación al inundar refugios y campos de desplazados. En este contexto, el grupo islamista Hamás ha declarado que no liberará más rehenes israelíes hasta que la guerra llegue a su fin, exigiendo la liberación de numerosos prisioneros palestinos, incluyendo líderes militantes.
A pesar de las súplicas de algunos familiares de los rehenes, que instan al Primer Ministro Benjamín Netanyahu a buscar un nuevo alto el fuego o incluso poner fin al conflicto, Netanyahu ha afirmado que la lucha continuará hasta que Hamás sea derrotado, asegurando que la liberación de rehenes seguirá ese logro.
Israel ha reconocido conocer el riesgo que enfrentaban los rehenes debido al ataque y afirma estar tomando las precauciones necesarias en medio de este complejo y tenso escenario.