En 1964, un grupo de estudiantes de secundaria, fanáticos de los cuatro músicos de Liverpool, se saltaron las clases de su colegio para ir a ver en vivo a los Beatles. Como había tanta gente, no lograron entrar al concierto, pero mientras conducían ocurrió algo increíble. Ringo Starr, baterista de los Beatles, se detuvo junto a ellos a bordo de otro auto y les tomó una foto. Por supuesto, cuando los cinco estudiantes contaron esta anécdota a sus amigos, nadie les creyó.
Más de 50 años después, los mismos cinco amigos, para conmemorar aquella increíble historia ocurrida en los tiempos de la Beatlemanía, se subieron a un auto y se tomaron una foto en la misma posición que ocupaban en el carro cuando Ringo Starr les tomó aquella foto en 1964. Posteriormente, le hicieron llegar la nueva fotografía al ex baterista de The Beatles.
Para su satisfacción, Ringo publicaría posteriormente un libro de fotos y los cuatro amigos se dieron cuenta que estaban en él, con la imagen en blanco y negro tomada por el baterista en 1964 y la fotografía que ellos se tomaron en el nuevo milenio.
“Beatlemanía” fue un término que se acuñó durante la década de los años 60′ para describir la histeria y devoción que el gran público, especialmente los jóvenes, sentían por el cuarteto británico The Beatles en los primeros años de su éxito.
“Los Beatles fueron el punto de inflexión de toda una trayectoria musical. Al igual que el rock and roll de Elvis, rompió todos los esquemas. La Beatlemanía significó el convertir a la música en algo tan importante en las vidas de las personas como la educación, la cultura o la religión. Los Beatles consiguieron que lo que anteriormente a ellos se consideraba como un insignificativo grupo musical, a partir de ese momento se tuviera en cuenta como un elemento más de la sociedad”, declararía Brian Epstein, manager de los Fab Four.