Charles Leclerc finalmente venció en el Gran Premio de Mónaco, logrando su sueño de infancia. Oscar Piastri y Carlos Sainz completaron el podio. La carrera estuvo marcada por un choque brutal en la primera vuelta entre Sergio Pérez y Kevin Magnussen, causando una bandera roja que llevó a los pilotos a intentar completar la carrera sin pasar por boxes, resultando en un ritmo extremadamente lento.
Max Verstappen, el líder del mundial, terminó sexto, sin poder remontar. George Russell mantuvo su quinta posición pese a tener neumáticos más desgastados. Fernando Alonso remontó varias posiciones pero no logró puntuar, quedando undécimo.
La salida fue variada en la elección de neumáticos. En un intento de adelantar a Oscar Piastri, Carlos Sainz sufrió un pinchazo. El accidente más grave fue el de Pérez y Magnussen, con Pérez impactando contra el muro. La bandera roja se alargó debido a los daños en la pista y la valla, restableciendo las posiciones iniciales y beneficiando a Sainz.
Tras la reanudación, los pilotos cambiaron de neumáticos, optando por un ritmo lento para conservarlos. Russell gestionó sus neumáticos medios, mientras Bottas marcaba la vuelta rápida tras cambiar a neumáticos nuevos. A medida que la ventana de paradas se abría, los líderes aceleraron, mientras que pilotos como Tsunoda y Alonso rodaban lentamente para crear ventanas de parada para otros.
Mercedes se equivocó en la estrategia de Hamilton, permitiendo que Verstappen lo adelantase. Russell defendió su quinta posición contra Verstappen en las últimas vueltas. Leclerc se distanció de Piastri y logró la victoria, con Sainz y Russell completando el top 4. Verstappen terminó sexto, seguido por Hamilton, Tsunoda, Albon y Gasly en el top 10.
Esta carrera mostró la resiliencia y estrategia de Leclerc y su equipo, marcando un hito importante en su carrera.