Recientemente ha salido a la luz pública el controvertido caso de Karla Fitch y el cirujano Stanley; dicho caso ha captado la atención mediática.
Un médico denunció que estaba siendo objeto de amenazas de muerte, y no solo él, sino también su familia y sus pacientes, y que a pesar de que se ha dirigido a las autoridades, no ha recibido la atención que merece.
Hasta el día de ayer, Karla Fitch Berguez era la mujer que estaba siendo acusada de mantener bajo amenazas de muerte al cirujano y varios colaboradores de un medio de comunicación, esto después de que el periódico diera a conocer en su plataforma los detalles sobre la denuncia.
Fitch estaba siendo acusada de amenaza de muerte y extorsión hacia el cirujano por más de tres años y, por tal razón, tiene una orden de arresto en su contra que no se ha llevado a cabo.
¿Cómo sale a la luz esta caja de pandora?
El pasado 17 de septiembre, el cirujano plástico Juan Raymundo Stanley Rondón acudió a un medio de comunicación para denunciar que él y su familia han recibido amenazas de muerte por parte de Karla, quien estuvo relacionada con ellos como corredora de sus apartamentos.
Stanley explicó que la situación se desató cuando su esposa, Johanna del Carmen Madera de Stanley, le prestó dinero a Fitch. Tras el reclamo de pago, Karla comenzó a tomar represalias contra todos los involucrados.
Asimismo, agregó que, como parte de las amenazas, la mujer también le había mandado coronas de muertos a su residencia y difundió en los medios que su esposa había fallecido y que la mujer le había dicho que solo si le daba 20 millones de pesos estaría dispuesta a abandonar el supuesto accionar.
Después de que Stanley denunciara que él y su familia estaban siendo víctimas de acoso y amenazas de muerte por parte de Karla, esta extendió sus amenazas a colaboradores del medio mediante el cual el cirujano dio a conocer la denuncia.
Sobre las amenazas
Las amenazas realizadas a través de mensajes enviados por WhatsApp fueron dirigidas específicamente al director del periódico y a los comunicadores que forman parte del equipo del programa donde Stanley hizo la denuncia.
“Ahora están en mi lista negra y no iré a su maldito programa”, dice uno de los mensajes de la señora, tras reaccionar a la denuncia que hizo Stanley en este medio. Agregó que ella está protegida por su pareja, quien supuestamente es “un hombre poderoso, un funcionario de alto rango”.
“Esto no lo resolverá la Fiscalía ni los medios. Esto se resolverá cuando yo mande a matar al doctor Stanley y a su familia”, decían los textos.
Lo que no se sabía
El abogado José Martínez Brito dio a conocer en el programa «Esto No es Radio» que Joana del Carmen Madera, esposa del médico cirujano que denunció a Fitch, sería la verdadera responsable de las extorsiones señaladas, incluso por padres de estudiantes del colegio donde asisten los hijos tanto de la demandada como del médico.
Según declaraciones de Brito, lo que muestra el expediente del Ministerio Público es que Joana se hizo pasar por Fitch para extorsionar y amenazar, además de que se hizo pasar por su amiga para estar cerca de ella, asistiendo al mismo gimnasio y vigilando su casa.
El expediente también señala que Madera habría adquirido un teléfono con su tarjeta de crédito y, utilizando varios números a nombre de Karla Fitch, usurpando su identidad para enviar mensajes de amenaza.
Asimismo, puntualiza que supuestamente Joana Madera de Stanley se obsesionó con Fitch, a tal punto que la perseguía, la asediaba y la acosaba, e hizo que terminara una relación amorosa con la persona con la que Fitch planeaba casarse.
El chófer de Joana habría sido quien tomaba fotos de los niños en el colegio para luego estafar a los padres, haciéndose pasar por Fitch, según reveló el empleado, supuestamente por órdenes de su jefa.
De su lado, el abogado Casals explicó que Joana sintió celos de Karla tras esta iniciar una relación amorosa con el hombre, al cual amenazaba; se les aparecía en lugares públicos e incluso se investiga un supuesto asalto orquestado por la mujer.
Además, agregó que cuando Karla se enteró de toda la situación y la obsesión de Joana, le reclamó y terminó la relación de amistad, lo que ocasionó que se desencadenara toda la trama para dañar la imagen de Fitch.
Según Fitch, todo comenzó hace años en el colegio de su hija, donde se mencionó que la niña tenía piojos. Lo que parecía un asunto normal se convirtió en una serie de amenazas, usurpaciones de identidad y acusaciones de clonación de cuentas.
Mientras que Brito reveló que Madera utilizaba los celulares de los pacientes mientras estaban sedados para enviar mensajes de amenazas, usando números internacionales para enviar dichos mensajes y bloqueando luego los contactos.
El asunto continúa en el ámbito judicial, con una demanda presentada por los abogados de Fitch contra la esposa del cirujano.