La Dra. Claudia Almonte, cardióloga del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades (CEMDOE), destaca la necesidad de no subestimar ciertos síntomas como fatiga, palpitaciones, dolor en el pecho, desmayos momentáneos, mareos y dolores de cabeza frecuentes, ya que podrían indicar problemas cardíacos o anomalías congénitas no detectadas.

La experta subraya que no todas las muertes repentinas son causadas por ataques cardíacos, por lo tanto, es esencial llevar a cabo exámenes preventivos y de seguimiento regularmente, especialmente en personas con enfermedades subyacentes.

«Es posible prevenir las muertes repentinas. En personas menores de 35 años, las causas más comunes suelen ser enfermedades cardíacas congénitas, ya sean de tipo eléctrico (arritmias) o anatómico. Mientras que en personas mayores de 35 años, es más probable que se deban a ataques cardíacos», aclara la Dra. Almonte.

Además, enfatiza la importancia de diferenciar entre un ataque cardíaco, que ocurre cuando una arteria del corazón se bloquea debido a factores como la diabetes, el colesterol alto y el tabaquismo, y la muerte súbita en sí, que se refiere a la detención repentina de los signos vitales o una parada cardíaca.

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