El cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, debido a variaciones en la actividad solar o erupciones volcánicas grandes. Pero desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.
Cuando estos fósiles se queman, liberan gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2). Estos gases atrapan el calor del sol y hacen que aumente la temperatura del planeta. El mundo es ahora aproximadamente 1,2° C más cálido que en el siglo XIX, y la cantidad de CO2 en la atmósfera ha aumentado en un 50%.
Sin embargo, a menos de que se tomen medidas inmediatas, el planeta aún podría calentarse más de 2°C para fines de este siglo.
Y si no se hace nada, los científicos creen que el calentamiento global podría superar los 4°C, lo que provocaría olas de calor sin precedentes, haría que millones de personas perdieran sus hogares por el aumento del nivel del mar, generaría sequías severas y una pérdida irreversible de biodiversidad.
Sus consecuencias pueden ser devastadoras, tanto para el medio ambiente como para las personas. La actividad humana, y principalmente, la quema de combustibles fósiles que generan gases de efecto invernadero, es la causa detrás de esta grave amenaza medioambiental, la mayor a la que se enfrenta la humanidad.
Los impactos del cambio climático
- Los fenómenos meteorológicos extremos, tormentas y huracanes;
- Olas de calor más intensas, duraderas y frecuentes como nunca antes;
- Incendios forestales;
- Las sequías.
El cambio climático es una realidad que ya va a tener implicaciones inevitables, pero aún podemos minimizar sus consecuencias más severas con tu ayuda, debemos de escuchar a nuestro planeta y empezar a poner de nuestra parte para que no sigan ocurriendo tantas catástrofes en el mundo.