La enfermera británica Lucy Letby, de 33 años, ha sido condenada este lunes por un tribunal inglés a cadena perpetua por el asesinato de siete bebés y el intento de asesinato de otros seis en un hospital de Chester (noroeste de Inglaterra) entre 2015 y 2016.
El juez James Goss, del Tribunal de la Corona de Manchester (norte inglés), anunció la condena después de mencionar cada uno de los cargos contra la enfermera, de quien dijo «hubo premeditación, cálculo y astucia» en sus acciones.
La mujer se negó a comparecer hoy ante el tribunal para escuchar los relatos de los padres de los niños y el dictamen del magistrado, después de que el viernes fuera declarada culpable de los asesinatos.
En un mensaje dirigido directamente a la enfermera, el juez dijo: «Ahora tiene 33 años… Tengo que determinar si la gravedad de los delitos es lo suficientemente alta como para que no deba hacer un período mínimo. Son delitos de una gravedad muy excepcional.»
«Esta fue una campaña cruel, calculada y cínica de asesinato de niños que involucraba a los niños más pequeños y vulnerables», agregó. «Hubo una profunda malevolencia que bordeaba el sadismo… no tienes remordimientos… no hay factores atenuantes», sostuvo.
«Te condeno a prisión de por vida. Ordeno que las disposiciones de liberación anticipada no se apliquen. Una orden de cadena perpetua por cada delito y pasarás el resto de tu vida en prisión», concluyó el juez al anunciar la condena.
Lety era sospechosa de los crímenes desde 2018, cuando fue detenida por primera vez, pero fue arrestada de nuevo dos años después y acusada por la policía tras recibir la autorización de la Fiscalía sobre los asesinatos ocurridos en Chester.