El Ayuntamiento de Santiago lamentó el colapso de una valla publicitaria del candidato a alcalde Ulises Rodríguez, que resultó en dos personas heridas. En un comunicado, expresaron su pesar y señalaron que, durante la gestión de Abel Martínez, se ha mantenido un estricto cumplimiento de la ley en cuanto al uso de espacios públicos en el municipio.
El comunicado menciona que, a pesar de la observación y el respeto a las normas municipales, el candidato a alcalde Ulises Rodríguez ha desafiado las leyes al colocar vallas en lugares prohibidos sin solicitar los permisos correspondientes al cabildo. Destacaron que se han enviado comunicaciones a las compañías con autorización para arrendamientos de espacios publicitarios, solicitando la retirada de estructuras metálicas en una zona específica de la ciudad, pero algunas empresas, incluida la que prestaba servicios al candidato, no respetaron las disposiciones.
Según el comunicado, durante un operativo para retirar vallas ilegales, cuando las brigadas municipales estaban retirando una estructura con una valla del candidato Ulises Rodríguez, se presentaron tres patrullas policiales, y el director del Comando Cibao Central de la Policía Nacional ordenó que la valla no fuera retirada, amenazando con el apresamiento de la brigada municipal si lo hacían. Posteriormente, el candidato solicitó que la valla se dejara hasta después de una actividad política con la participación del presidente Abinader, comprometiéndose a retirarla el sábado 16, lo cual no ocurrió.
Debido a que la estructura ya había sido cortada para el retiro, la brigada municipal procedió a soldarla apresuradamente, y el domingo 17 al mediodía, la estructura colapsó, causando daños a dos personas y varios vehículos.
El alcalde Abel Martínez había llamado la atención del presidente Luis Abinader sobre este incidente, indicando que miembros de la Policía Nacional, supuestamente cumpliendo órdenes superiores, secuestraron a empleados municipales que estaban retirando vallas ilegales en espacios públicos.
La nota concluye reafirmando el compromiso de Abel Martínez de mantener la ciudad en orden, cumpliendo estrictamente las leyes y normas municipales.