El lunes, autoridades de Veracruz, México, confirmaron que los ocho cuerpos desmembrados hallados abandonados en dos camionetas en Tuxpan en enero pasado estaban asociados con personas vinculadas al narcotráfico, según análisis forenses realizados por un equipo multidisciplinario de la Unidad Integral de los Servicios Médico Forenses en Nogales.
La fiscal general del Estado de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns, explicó en una conferencia de prensa que tres de las víctimas ya habían sido identificadas y sus cuerpos entregados a sus familiares, todas ellas originarias del municipio de Poza Rica. El proceso de identificación forense, que involucra áreas como genética, antropología y odontología, ha permitido avanzar en la asociación de los restos humanos con posibles identidades.
Sin embargo, aún quedan cinco cadáveres cuya identificación está en proceso y se espera confirmar próximamente. Los cuerpos fueron encontrados junto a narcomensajes firmados por el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que contenían amenazas contra contrincantes y posibles combatientes de origen guatemalteco.
Este hallazgo es un triste recordatorio de la persistente violencia que azota a Veracruz debido a la operación de cárteles de la droga, que han expandido sus actividades a otros delitos como el secuestro, el tráfico de migrantes y la extorsión. Durante el año 2023, Veracruz se ubicó en la séptima posición nacional con el mayor número de hechos de extrema violencia, según reportes de la organización civil Causa en Común.
Este suceso se suma a otros casos impactantes de violencia en la región, como el descubrimiento de 18 cuerpos desmembrados en una casa de seguridad en el norte de Veracruz en septiembre pasado. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha atribuido la mayoría de los asesinatos a enfrentamientos entre grupos criminales, aunque las cifras oficiales de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) registraron más de 29 mil asesinatos en 2023.