El alcalde de Nueva York propuso contratar a inmigrantes como socorristas de verano en playas y piscinas de la ciudad, ante la alarmante falta de voluntarios para ocupar estos puestos, que hizo que en las últimas vacaciones estivales algunas piscinas y playas quedaran cerradas al público.
El alcalde, enfrentado desde hace casi dos años a una oleada migratoria que ha llenado la ciudad de solicitantes de asilo, da por hecho que estos inmigrantes son «excelentes nadadores», en unas declaraciones emitidas ayer y de las que hoy se hacen eco los medios locales.
«¿Cómo se explica que tengamos una gran cantidad de personas en esta ciudad, que son excelentes nadadores, y al mismo tiempo necesitamos socorristas, y el único obstáculo es que no les damos permiso de trabajo para convertirse en socorristas?», se preguntó, y acto seguido se respondió: «No tiene ningún sentido».
Según Adams, «no podemos habilitarlos (como socorristas) por culpa de la burocracia», en referencia a los permisos de trabajo, que pueden tardar hasta dos años por las normativas en vigor, lo que se está convirtiendo en un gran problema para integrar a los casi 200.000 inmigrantes llegados en un año y medio.
El alcalde prometió que van a «acelerar eso» (la obtención de permisos de trabajo), pero no precisó cómo podrá sortear unas normas que no son de su competencia, sino que dependen de leyes federales.
Adams fue más lejos y dijo que hay otras actividades con una fuerte demanda laboral que también podrían ocuparse por inmigrantes, como los de enfermeras o personal de restaurantes y asociados.