Cada 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, establecido por la Asamblea General de la ONU en 1993 para destacar la importancia de proteger los recursos hídricos del planeta. Este día tiene como objetivo sensibilizar sobre la crisis global del agua y promover acciones para abordarla.
El tema central del Día Mundial del Agua 2024 es «Agua para la Paz», reflexionando sobre cómo el agua puede ser tanto una fuente de conflicto como de colaboración entre naciones. La gestión y el acceso al agua influyen en áreas vitales como la salud pública, la alimentación, la energía y la economía.
El origen de esta celebración se remonta a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en 1992, celebrada en Río de Janeiro. Desde entonces, se han destacado otras iniciativas como el Año Internacional de Cooperación en la Esfera del Agua en 2013 y el Decenio «Agua para el Desarrollo Sostenible» 2018-2028.
El acceso al agua potable se reconoce como un derecho humano fundamental, aunque millones de personas en todo el mundo, especialmente en comunidades empobrecidas, carecen de este recurso básico. La falta de acceso al agua segura conlleva graves consecuencias para la salud y el bienestar de las personas, y afecta desproporcionadamente a los más vulnerables.
Para abordar esta crisis, se requiere un enfoque global y sostenible que garantice la conservación y distribución equitativa del agua. La ONU y otras organizaciones trabajan en la promoción de prácticas y políticas que aseguren un acceso justo y seguro al agua para todas las personas, como parte de los esfuerzos hacia un desarrollo sostenible y una paz duradera.